¿Qué es la economía del cuidado?

Los trabajos domésticos y de cuidado, como cocinar, limpiar la vivienda, atender a niños, niñas, personas con discapacidad y personas mayores, entre otras tareas, han estado a cargo tradicionalmente de las mujeres. Sin embargo, no han sido reconocidos, valorados y remunerados por la sociedad, a pesar de que estas labores tienen una importante contribución a la economía y al Producto Interno Bruto (PIB) de los países. Por esto, las economistas feministas han buscado posicionar el trabajo doméstico y el trabajo de cuidado no remunerado por fuera de la esfera privada, como un asunto público. Así, la economía del cuidado reivindica lo que se ha conocido como las tres erres: reconocimiento, redistribución y reducción de las labores de cuidado (Artemisas, 2023).

La economía del cuidado es una propuesta económica que busca reconocer la contribución que los trabajos de cuidado tienen en la economía. Esto, entendiendo que las labores de cuidado que usualmente recaen sobre las mujeres sostienen el funcionamiento de la sociedad y de la economía de mercados.

La división de roles que tradicionalmente pone el trabajo de cuidado a cargo de las mujeres, supone en muchos casos que ellas asumen una doble jornada laboral. Esto es cuando además de las labores domésticas y de cuidado no remuneradas, también responden por trabajos pagos. Este fenómeno reduce enormemente la disponibilidad de tiempo de personas cuidadoras para actividades relacionadas con el ocio y los proyectos personales. En el caso de mujeres con roles de liderazgo y activismo se habla también del triple rol: como lideresas, cuidadoras y trabajadoras remuneradas.

Escucha podcast Generando Equidad: “Economía del cuidado”: ¿El papel más importante de las mujeres es cuidar de su casa y cocinar para su familia? Ver vídeo sobre Economía del Cuidado

Historia

Los debates sobre lo que hoy se denomina economía del cuidado iniciaron en los años 70. El punto de partida fueron las discusiones entre las feministas acerca del trabajo doméstico realizado por las mujeres enmarcado en el capitalismo entendido como una forma de explotación en la que las mujeres estaban en una situación de subordinación. Las feministas buscaron posicionar estas discusiones dentro del marxismo desde la división sexual del trabajo. Así, se planteó la idea de que el trabajo doméstico y de cuidado es indispensable para la reproducción de la fuerza de trabajo remunerado y, en consecuencia, la acumulación de capital.

A partir de esta idea, el propósito de las feministas fue visibilizar los costos del trabajo reproductivo (es decir, las actividades de cuidado y domésticas)para incorporarlos en las mediciones económicas de los países, dado que estas labores, al ocurrir en un marco no mercantilista, no habían sido tenidas en cuentas tradicionalmente por la economía(Esquivel, 2011, pp. 12-13). Estas apuestas impulsaron la aplicación de encuestas de uso del tiempo para medir el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.

Tras múltiples debates en la economía feminista, e incorporando algunas nociones sobre la ética del cuidado, el concepto de trabajo reproductivo se transformó en lo que hoy se conoce como trabajo de cuidado. El trabajo de cuidado comprende no solo sus costos monetarios sino también emocionales y está compuesto por: el cuidado directo e indirecto. El primero se define como las actividades que implican la interacción o relación con otras personas que lo requieren; por ejemplo, cuidar a un bebé, ayudar a los niños y niñas con las tareas, cambiar los pañales, brindar acompañamiento a citar médicas, entre otras. El segundo está compuesto por tareas que no implican tener una relación directa con otras personas; por ejemplo, lavar los platos, mantener la casa limpiar, cocinar, etc. El trabajo de cuidado contempla igualmente las ocupaciones y sectores que desarrollan labores de cuidado como salud, educación, servicio doméstico (Esquivel, 2011, p. 13). Cabe aclarar que aunque algunas labores de cuidado son remuneradas, suelen ser algunos de los empleos más precarizados del mercado, como las personas dedicadas al servicio doméstico y al cuidado de personas mayores.

Ver historieta sobre economía del cuidado. “El deseo de Ofelia”

¿Qué pasa en Colombia?

En lo que respecta a Colombia, en 2010 se creó la Ley 1413 con el propósito de incluir la economía del cuidado en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) “para medir la contribución de la mujer al desarrollo económico y social del país y como herramienta fundamental para la definición e implementación de políticas públicas” (MinSalud, 2010). En este marco, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) creó y aplicó la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo(ENUT). Este instrumento “genera información sobre el tiempo dedicado por la población de 10 años y más a actividades de trabajo, remunerado y no remunerado, y actividades personales. La ENUT recolecta información para la población civil no institucional residente en todo el territorio nacional, excluyendo los departamentos de la Orinoquía y Amazonía”(DANE, 2021). La encuesta se aplica cada tres años, recoge información sobre hogares y personas y hasta el momento ha sido implementada en tres ocasiones (la más reciente fue en 2020-2021). Conceptualmente la ENUT divide las actividades en: actividades de trabajo y actividades personales de acuerdo con la estructura del SCN. Las actividades de trabajo están compuestas por dos grupos: el trabajo remunerado-comprendido en el SCN- y el trabajo no remunerado. La siguiente tabla ilustra esta agrupación:

Trabajo comprendido en el Sistema de Cuentas Nacionales
Bienes y servicios para el mercado
Autoconsumo, autoconstrucción y alquileres de viviendas ocupadas por sus propietarios y servicio doméstico remunerado
Bienes y servicios producidos por el Gobierno y las instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares
Trabajo no comprendido en el Sistema de Cuentas Nacionales
Servicio doméstico y de cuidado no remunerado al propio hogar
Trabajo voluntario directo: Servicio doméstico y de cuidado no remunerado para otros hogares y para la comunidad
Trabajo voluntario indirecto: Servicios prestados a través de instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares
Actividades personales
Estudio, actividades sociales, culturales y deportivas

De acuerdo con algunos de los resultados de la ENUT 2020-2021, la participación de las mujeres en las actividades de trabajo no remunerado fue de 90,4% frente al 63,4% de los hombres. En contraste, la participación de mujeres en el trabajo comprendido en el SCN fue de 29,9 frente a un 53,3 de los hombres. Cabe resaltar, que en comparación con los datos de la ENUT 2016-2017 los resultados no se modificaron sustancialmente. Este panorama se replica en todas las regiones del país. (DANE, 2021, pp.5-7).

En cuanto al tiempo dedicado a actividades de trabajo no remunerado también los datos muestran que las mujeres en todo el país dedican más tiempo a estas que los hombres. A excepción de San Andrés, en el resto de las regiones las mujeres dedican en promedio 4 horas más que los hombres a estas actividades (DANE, 2021, p. 9).

Otro resultado importante de la ENUT 2020-2021 es sobre la carga global de trabajo que es un indicador que da cuenta del tiempo total dedicado por las personas a todas las actividades de trabajo. Este indicador arrojó que las mujeres dedicaron en promedio3 horas más de trabajo en comparación con los hombres (DANE, 2021, p.19).

Aunque las reivindicaciones feministas han tenido logros y avances frente al reconocimiento y valoración de los trabajos de cuidado, los datos evidencian que es importante fortalecer las apuestas desde las políticas públicas alrededor de la economía del cuidado. Además, también es fundamental que en paralelo se den transformaciones sociales de los imaginarios y estereotipos de género sobre la asignación de ciertos roles en la sociedad y sobre la feminización de algunas labores.

Ver Fanzine 1 sobre Economía del Cuidado.

Bibliografía

  1. DANE 2021. Boletín Técnico. Cuenta Satélite de Economía del Cuidado. Valoración económica del Trabajo Doméstico y de Cuidado no Remunerado (TDCNR) e indicadores de contexto 2021.
  2. DANE 2021. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2020 – 2021. 18 de noviembre de 2021.
  3. DANE, Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT 2020 – 2021. Marzo 23 de 2021.
  4. DANE, 2020. Mujeres Rurales en Colombia.
  5. ESQUIVEL, VALERIA. 2011. La economía del cuidado en América Latina. Poniendo a los cuidados en el centro de la agenda. Serie Atando cabos deshaciendo nudos. Centro Regional de América Latina y el Caribe PNUD, área de práctica de género.
  6. MinSalud, 2010. Ver aquí
  7. Organización Artemisas (2023). Sin Mujeres no, nosotras ahora. ver aquí
  8. SMALDONE, MARIANA. 2014. Un legado beauvoiriano: El trabajo doméstico en la perspectiva del feminismo materialista de Christine Delphy. La manzana de la discordia, 9 (1), 7-29. Universidad Nacional de la Plata. Disponible aquí:

Notas